Miré a Georg.
-Lo siento amo…-Musitó Georg.
-¡¡Vete!!-Lo interrumpí.
-Pe…-
-¡¡Vete!!-Le grité de nuevo. Después salió cabizbajo. Luego fui a ver a Bill.
-¿Qué pasó?-Me preguntó Tom. Me pasé una mano verticalmente por mi rostro.
-Me vio con Georg.-
-¿Quién?-
-Un chico que viene de Stuttgart…-
-¿Es nuevo?-
-Si.-
-Ah…, bueno…, te dejo para que hables con él…., cariño.-Después bajó a la sala de estar a ver televisión. Golpeé de nuevo la puerta de Bill.
-Por favor, amor, ábreme…, te lo explicaré, pero por favor déjame entrar-Le dije desanimada-…amorcito.-
-¿Por qué debería creerte?-Preguntó con un sollozo.
-Por que soy tu novia, por que te amo con toda mi alma y tú sabes que yo no sería capaz de hacerte daño.-Sabía que de cierta forma estaba mintiendo al decir eso. Ya le había hecho daño y creo que no iba a repararse tan fácilmente. No recibí respuesta. A los 10 segundos, Bill me abrió la puerta y me miró con sus ojos fijos en los míos.
-Explícame que ocurrió.-Me dijo en tono duro y frío.
-Yo…estaba en el parque de aquí. Georg y Gustav estaban fumando, estaban fumando marihuana. Lo sabía por el olor reconozco ese olor…-
-Al grano, Dianne-Me dijo. Dolía cuando me decía así. Yo ya estaba acostumbrada a los sobrenombres cariñosos, y odiaba que me llamaran por mi nombre. En especial si ese era Bill.
-Creo que Georg me siguió…, y…., luego yo lo dejé entrar. Me contó más de él…, y…, yo no quería, pero…ocurrió lo que tú viste.-
-Escucha, quiero que sepas una cosa, Dianne: Yo olvido, pero no perdono ni doy segundas oportunidades.-Soltó con mucha frialdad, sujetando la puerta.
-Bill, por favor, esto fue sólo un…sólo un….-Suspiré bajando la cabeza, luego la subí y miré a los escépticos ojos de Bill.-, eso ya no importa.-
-¡¿Qué no importa?!-Gritó Bill molesto.-, ¡¡Me han jodido la puta vida durante más de 6 cagados años!! ¡¡Estoy hasta los huevos con la gente que me traiciona y me quiere no por lo que soy en realidad!! ¡¡O igual, quizás me aman, pero me ven cómo un puto maricón que le da lo mismo que lo engañen!! ¡¡Ese es tu caso, Dianne, y por eso jamás te perdonaré!!-Después me cerró la puerta en la cara. Bill había perdido realmente los estribos, no era necesario preguntárselo obviamente; Yo también sabía que había metido la pata con Georg… ¿Pero acaso no merecía otra oportunidad? Tom se acercó a mí preocupado.
-¿Qué mierda…?-Preguntó extrañado.
-Terminamos.-Dije sollozando, mientas me secaba las lágrimas.
-P-pero… ¡¿Por qué?! Ustedes se amaban.-
-Fue mi culpa, Tom, yo fui la imbécil que no lo valoró y ahora…ya no es…mi amor…- él me abrazó mientras lloraba sobre su hombro, y a la vez me acariciaba el pelo.
-No llores, amor, odio verte llorar, me hace sentirme mal- Lo miré levemente.-, no escuches a Bill, el a veces se comporta cómo un imbécil, ya se dará cuenta de lo que hizo.-
-¿Volverá a hablarme?-Pregunté con voz inocente. Tom suspiró. Los dos nos sentamos en la cama de su cuarto, luego de caminar hasta ahí
-Lo dudo, amor, pero lo que sí se es que se dará cuenta de lo que hizo. Para entonces yo voy a estar protegiéndote.
-¿Qué significa eso?-
-Cariño, quiero ser tu novio.- La boca se me curvó en una suave sonrisa.
-Tomi… ¿Hablas en serio?-
-El idiota de Bill no se da cuenta de lo que está haciendo al no darte otra oportunidad.-Apoyé la cabeza en su pecho y lo miré a los ojos mientras me acariciaba la cabeza.
-Está bien, Tomi, seré tu novia.-
-Me encana que me digas así.- Reímos. Nos acostamos uno al lado del otro.
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